Incendio y explosión: "A los bomberos les debo la vida de mis dos perritas"
Luisina es miembro de la familia que más damnificada se vio en el incendio. Rescata la solidaridad de Funes y la labor incansable de los bomberos que rescataron a sus dos perras de las llamas.
Su familia está conformada por su esposo, un hijo de él de 22 años y los hijos que tuvieron juntos de 10 y 5 años. Asegura que el trauma que vivió la madrugada del lunes 9 de marzo los marcó para siempre, pero no tiene palabras para tanta ayuda y aliento recibido. La cara más noble de Funes y su gente.
La madrugada de aquel lunes el humo y el fuego los despertó. Literalmente la pared de lo que era su casa hasta ese día -y compartía con el galpón donde aparentemente se inició el fuego- se demoró apenas un tiempo después.
"Salimos todos los inquilinos y no lo podíamos creer, las llamas iban comiendo todo, no sé cómo empezaron a aparecer vecinos de todos lados, de nuestra cuadras, de cuadras a la redonda que intentaban apagar el fuego con baldes, mangueras, cualquier cosa" relata aún conmocionada Luisina.
Hasta el 29 de marzo ellos y otra familia se quedarán en las cabañas de calle Montevideo, luego no saben qué les deparará el destino. Otras familias damnificadas, están en el club Canillitas o en casas de familiares.
"El daño material en nuestro caso fue total, perdimos todo, pero más fue el sufrimiento de ver cómo nuestra casa y nuestras cosas se consumían por el fuego, cosas incomparables. Fue muy traumático, sobre todo para mí y mi nena de cinco años" cuenta.
A pesar de su situación, ella asegura no tener palabras de agradecimiento para con el desempeño de los bomberos voluntarios de la ciudad. "En medio del fuego, estábamos desesperados porque dentro de nuestro departamento habían quedado atrapadas nuestras dos perritas, les dijimos y no dudaron un segundo en ir y rescatarlas, se los voy a agradecer toda la vida, son parte de nuestra familia".
Por su parte, los bomberos de Funes contaron "cuando llegamos a la escena, verificamos el corte de energía y de gas, luego procedemos a iniciar dos frentes de ataque contra el fuego. Cuando vimos que el incendio era de gran magnitud solicitamos ayuda a dotaciones de Roldán y Rosario".
Según relatan, el escenario al arribar aquella madrugada era de "varios focos en simultáneo", tanto en el auto estacionado en el pasillo, un galpón que funcionaba de carpintería, una pila de tablones en el patio y los departamentos que compartían medianera con el galpón.
"En diez años no hemos asistido, dentro de la jurisdicción Funes a algún incendio de esa magnitud", resumieron los bomberos sobre lo que fue aquel hecho, que les demandó trabajar incansablemente durante 15 horas seguidas.
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